Presentación del Bicentenario



     Se puede afirmar, con gratitud a Dios y a las personas que con su trabajo los han hecho posibles, que los actos celebrados en Roma entre el miércoles 17 de noviembre y el sábado 20, de este mismo mes, del año de gracia 2010 han constituido desde su sencillez la expresión más elocuente del trabajo y la misión de la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia.

     Desde su preparación hasta su cumplimiento estas jornadas han estado empapada s de espíritu de comunión eclesial y universalidad. América del Norte y del Sur, Africa, Europa, Asia (nos faltó Oceanía) han estado presentes. Representantes de la Adoración Nocturna , de los grupos de Adoración Perpetua, de institutos religiosos particularmente ligados al culto y espiritualidad eucarísticos, sacerdotes consiliarios de diversos movimientos eucarísticos y representantes de los Legionarios de Cristo y de los Heraldos del Evangelio han tomado parte y han ayudado al desarrollo de todos los actos. No ha faltado tampoco una delicada y bien lograda articulación de la presencia y contribución de los diversos organismos de la Santa Sede con competencias en materia de las asociaciones laicales dedicadas al culto eucarístico y sus apostolados específicos: La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Pontificio para los Laicos y el Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales.

     Tras una familiar y calurosa acogida de los participantes (unos trescientos) en la tarde del martes 16 de noviembre, que tuvo lugar en el Ateneo Pontificio de los Legionarios de Cristo de Roma, el solemne comienzo de los actos conmemorativos del Segundo Centenario tuvo lugar con la participación en la Audiencia General del Santo Padre del miércoles 17 de noviembre. Alí el Papa Benedicto XVI situó perfectamente el encuentro en su contexto eclesial, dedicando su catequesis a Srta. Juliana de Montcorbillon , la santa instigadora de la solemnidad del Cuerpo de Cristo. En ella el Sumo Pontífice proclamó que la Iglesia vive hoy una “primavera eucarística”, todo un reto para nuestra Federación Mundial.

     Siguieron de miércoles a sábado las Conferencias y los Actos Litúrgicos. Los conferenciantes en sus disertaciones y los Pastores en sus homilías fueron rememorando el acontecimiento celebrado, dos siglos de Adoración Nocturna, su significado y su actualidad. Los cardenales Law, Rylko y Cañizares y el arzobispo Marini insistieron en la importancia de la Eucaristía celebrada y adorada en la vida de la Iglesia , a lo largo de sus homilías y los monseñores Ferrer y Froján, el Rector de Sta. Anastasia y el Prof Carryquiri en sus conferencias fueron situando el acontecimiento celebrado, la importancia pastoral de la adoración eucarística, la actualidad de las asociaciones eucarísticas y la figura del siervo de Dios don Luis de Trelles, fundador de la Adoración Nocturna en España. 

    Creo sinceramente que este conjunto de homilías y conferencias ofrece un digno ramillete espiritual y doctrinal en recuerdo de aquellos hombres llenos de fe y celo apostólico, que hace ya dos siglos, comenzaron a adorar a Cristo-Eucaristía a lo largo de las noches de vigilia. Será también un estímulo para encauzar y alentar esa “primavera eucarística” de la que nos habló el Santo Padre. Y un reto para seguir consolidando e incrementando la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia.

     Hay que conseguir vencer recelos e incomprensiones para que todas las obras eucarísticas de la Iglesia se integren y tomen parte en los trabajos de la Federación Mundial. Hay que presentar cada vez con más claridad el papel, absolutamente respetuoso de la autonomía organizativa y de las peculiaridades carismáticas de cada Asociación u Obra Eucarística, pero que la Federación Mundial tiene que jugar para aunar todos los esfuerzos e iniciativas de las diversas obras (la unión hace la fuerza) en orden a los comunes objetivos de formación y de promoción de una verdadera espiritualidad litúrgica y eucarística en la Iglesia.

     El próximo Congreso Eucarístico Internacional de Dublín (año 2012) se presenta como una ocasión única para dar a conocer la “primavera eucarística de la Iglesia ” y cuánto puede significar esta gracia actual del Espíritu santo de cara a la renovación de nuestras Iglesias y al impulso de la Nueva Evangelización.

     No se puede ya separar en la Eucaristía celebración-comunión-adoración-vida, las asociaciones eucarísticas todas, defendiendo el valor y tiempo de la adoración no pueden dejar de comprender cada vez mejor la importancia de la participación en la celebración, que culmina con una comunión bien hecha y se expresa en una vida verdaderamente eucaristizada, es decir, impregnada de verdadera caridad, fe y esperanza.

     Pero a la adoración corresponde particularmente destacar, en una sociedad cerrada en gran parte a Dios y a la verdad de Dios, en una Iglesia, en ocasiones con una pastoral secularista o sin identidad propia, el primado y la centralidad de Dios y la originalidad del Dios verdadero UNO y TRINO, que se REVELA y se entrega en la ENCARNACIÓN y en la PASCUA de su Verbo y se comunica constantemente a los seres humanos en la IGLESIA QUE ANUNCIA LA BUENA NUEVA Y CELEBRA LOS SACRAMENTOS, el DIOS QUE ES AMOR.

     Ciertamente que la Liturgia y en particular la Eucaristía es para los ya iniciados y que la antigüedad se la amparó bajo la “Ley del Arcano”, pero también es verdad que la Liturgia y singularmente la liturgia eucarística es manifestación de Dios y de la Iglesia y tiene una función apologética y estética de primer orden (expresión de la fe y accesibilidad a su experiencia salvífica). Hoy, más que nunca hemos de celebrar bien, comulgar bien, adorar en verdad y vivir en caridad y todo esto ha de ser unitariamente publicitado (es decir ofrecido como testimonio, martiría).

     Esto es lo que modestamente se percibe en toda la crónica, las celebraciones y las enseñanzas de estos inolvidables días romanos donde con Jesucristo y con Pedro hemos recordado los 200 años de la Adoración Nocturna , en verdad “el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. 

 

Mons. Juan-Miguel Ferrer Grenesche. 
Subsecretario de la CCD y DS.